A la misma hora, en el mismo lugar

La semana pasada, jueves, si no me equivoco... sino, miércoles. No, fue jueves. En fin, mi roomie me dijo que le dijera a un amigo que fuese a comer puesto que ella tenía que irse temprano y no iba a alcanzar a hablar con él. Al decirle a él me sale con que "tiene que ir con Dios" (Dios es... bueno... una persona a la que le llamamos Dios), la verdad es que todos los jueves va a comer con Dios y pues no lo habíamos pensado. En el camión de regreso, otra amigo logró convencerlo de que fuera con chantajes emocionales bien de primera, y pues ya, que si se va a venir.


Llegamos a esperar el segundo camión, cuando llega un chavito y comienza a saludar a nuestro amigo. Se ponen a hablar y todas esas cosas y blablabla. Al terminar me cuenta sobre el chavo, como siempre se enamoraban de la misma chava desde tiempos inmemoriales. 


Anyway, una semana después - es decir, este martes, creo - tengo que encontrarme con dicho amigo de nuevo para que me acompañe a comprar un cristal que se rompió en casa. De regreso me dijo que subiría conmigo porque no podía cargar el cristal porque soy "pequeña, débil y frágil" (noob), pero como me daba hueva cargar el cristal no me opuse.


En la parada para el camión de regreso EL MISMO CHAVO ESTABA ALLÍ. Para él debió ser raro encontrárselo con la misma persona y en el mismo lugar, probablemente a la misma hora. Se pusieron a hablar de nuevo y fue bastante gracioso. Llega el camión del chavo, se despide y se sube:


"Nos vemos. Luego. Aquí. Junto con Pepe. A la misma hora, en el mismo lugar..."


Como se logran estas casualidades, no lo sé.