*Cara de asco total*

Se recomienda no leer este texto de usted es un puritano o puritana, o si detesta la maternidad, o si, la neta neta, está comiendo. Entre otras cosas. Bajo su propio riesgo.

El día sábado, estaba allizzia en un babyshower (para ser exacta, primero en un bautizo y luego un babyshower... si, la boda toca el domingo y la despedida de soltera el lunes....|).

En fin, el baby shower era de los típicos: sin hombres y puras doñas. La mayoría eran doñas bien viejas, un par de viejitas, la embarazada, algunas madres com décadas de experiencia, algunas jóvenes entre 23-28 años y... bueno, yo.

En fin, que una cierta doña - a la que llamaremos Pañalito - se la pasó hablando puras pendejadas y aguando el rato. Ella es el centro de nuestra historia.

Primero, en los juegos, siempre perdía. Tenía como noventa pecas en la cara y fue la única a la que le tocó ponerse el pañal. 

Se la pasó diciendo que los fajeros deberían seguir usándose porque son importantes, que las mamás de ahora son unas huevonas, que para los hijos siempre es mejor no sé qué, que las guarderías apestan (y la pendeja no ignoraba que la futura madre trabaja en una guardería del IMSS y que -obviamente- dejará a su hijo allí... incluso cuando no lo ignoraba, seguía diciendo que le oliera la caca a su hijo y sabe qué) y más pendejadas de esas. Nuestra excusa era que se le subieron las copas, pero antes de beber, ya estaba diciendo sandeces, incluyendo la historia que voy a anexar.

En fin, que la desconocia Pañalita en cuestión comenzó con la frase

"Esta es una intimidad, pero pues, entre mujeres...."

Y empezó.

Que cuando tuvo a noséqué pinches hija, que no le podía dar de amamantar, que la leche la tenían que tirar. Hizo especial énfasis en lo hinchadas que tenía sus chichis y de cuánta leche tenía. Describía que la leche se la tenían que sacar con una perilla pero le daba tanto dolor y no tenía abasto para la tanta leche que llegó un momento en que no pudo soportar la cantidad y que le dijo *neta, si leyeron hasta aquí, advertencia que empieza la parte grotesca y si siguen leyendo, no me hago responsable de lo que pueda pasar después* a su esposo "Es que ya no aguanto, sácamela." y que el señor esposo, muy entendido, sobres. Y se fue y empezó a hacer lo que -Dios bendito- solo hacen los bebés y por instinto. "¿Y qué hago con la leche?" le preguntó su esposito, "Pues tómatela" le contestó ella. 

Y la doña explicaba perfectamente las caras que ponía el señor y cómo hacía el trabajito.

Que hasta le preguntó "Oye, y ¿cómo sabe la leche?" y que contestó que como dulcecita y así. 

Para ese momento, yo estaba conteniendo las arcadas, y tenía la cara de WTF, aparte de verde. 

Neta doñas, si van a hacer confesiones de ese tipo:

a) Con sus amigas.

b) No frente a menores de edad puritanas como yo.

c) Mucho menos lo describan con tanta pasión.

d) Absténgase de tenerme enfrente.

y lo más importante, señores: no la mamen. Literal.

Neta, me hubiera quedado en el bautizo con la tipa que hablaba sobre facebook. 

Ah, pinches desconocidas confianzudas.