Y como lo anterior debe decirlo, no he conocido a una sola alma que pase por ahí... Salvo el único día que salí de mi hogar que fué el 5 de enero para la Cabalgata de Reyes.
Puede que solo 1 de ustedes no tenga idea de qué carajos es eso, pues bien, en este publito se celebra la llegada de los Reyes Magos con un lindísimo desfile que causa un tránsito muy lento y muchísima basura en las calles además de lo que se puede contaminar con tantísimo globo que va a los cielos y llega a quiensabedonde. Pero bueno... es bonito.
Despues de resolver el gran problema de que no había un buen lugar en donde ver el defile, logré mover mis influencias (ya saben... soy el mayor) y nos quedamos en un punto fijo
Un vendedor de algodón de azucar, pero este tipo se daba cuenta de que los pinchurientos algodoncitos de la competenca se verían minimizados por sus enormes porciones que brindaba. Me dí cuenta que, mietras tomaba un nuevo palito para enrrollarlo de algodón de azucar, unas ligeras tiras se iban al aire y despues de un rato caina y era entonces cuando los pequeños aprovechaban cual carroñero en busca de los restos de un animal despedazado.
Despues de ver esto, el vendedor dejaba, ocacionalmente, que una buena cantidad volara por los aires solo para divertirse esos niños que se golpeaban por conseguir un poco del caramelo. Pero como casi todo en la vida y en las cadenas alimenticias, siempre habrá un abusivo que aprovechará la situación. En este caso, una señora que había pespojado a su madre/abuela de su bastón solo para robar el algodón de los niños y enrollarlo en lo que parecía su propio palito de con algodón de azucar.
La señora que hacía oidos sordos mientras los niños le gritaban que no fuera gandalla y les diera un poco, solamente disfrutaba de su clara victoria y con forme pasaba el tiempo, se acercaba más y más al carrito del vendedor para estirar el bastón mientras este tomaba un nuevo palito.
Cuando al vendedor le dejó de parecer gracioso se fue...
Junto con la señora persiguiéndole con el bastón robado...
4 comentarios:
Me hubiera encantado ver a los niños peleándose por un poco de algodón de azúcar, ja.
Saludos
Fuiste?! Rayos mis padres nunca me quizieron llevar... Necesito una infancia...
Dark Angel.
Aw, señor alejandro...
El día del desfile de la coca un señor también dejaba ir listones de algodón pero creo que no se daba cuenta. Y luego, por alcanzar un trozo, un niño casi es atropellado...
Pero fue genial. El viento era rosa. Y el aire sabía a azúcar.
Fue genial.
¿Por qué impaciente?
Jajaja genial, no se por que me imagine a una señora super gorda correteando al señor de los algodones y los niños detras de ella insultandola... creo que odio a esas señoras
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