Me da risa la palabra piscina.
Ok, todo comienza hace mucho tiempo. Eran vacaciones, mi familia (y quizá algún tío con su familia, mi memoria me falla.... mucho) estábamos en la playa. Mi madre y padre siempre han tenido un gran respeto por las aguas, ambos solían nadar en ríos, mares y diques porque semos probes, entonces les tocó ver a varias personas morir dentro del agua. Digo, ¿a quién no? Pero bueno, de todos modos preferían llevarnos a clase de natación (lo cual me resultó bien, aún tengo los fantasmas de mis músculos ya atrofiados) y de prevenirnos de no nadar en ríos y jamás adentrarse en el mar. Muy sabio, por si gustan anotar.
De todos modos preferían que nos quedásemos en la(s) albercas del hotel. Habían varias albercas, una honda (genial), otro chapoteadero y una gigante de altura media mexicana, ya saben, 1.50, en medio del conjunto hotelero.
Lejos de esas albercas, había una más que tenía dos o tres toboganes. Estaban muy alejadas, construidas en la orilla del hotel, escuchabas los autos del otro lado de la barda, y cruzando esa calle estaba la playa. Desgraciadamente, esa alberca estaba ligeramente descuidada. Estaba limpia, si. Pero el bar estaba vacío y desocupado, no había salvavidas, y los escalones de los toboganes estaban enlamados. Mucho.
Nos gustaba estar allí, la alberca era apacible, no había tanta gente, había más pasto, árboles. Podíamos hacer picnic y así bien mamón.
Esa vez, estábamos todos allí. Nosotras (mis hermanas, primas y yo) nadábamos, subíamos al tobogán, eramos felices. El tobogán era del tipo resbaladilla que te saca a pinche presión jodida y si pesas nada (como yo) sales despedida cual piedrita en el lago y rebotas unas 4 veces antes de hundirte.
Era genial. Lo sigue siendo, me imagino. Sin embargo, si estás bien pendejo y te subes muy seguido o con alguien más en ese tobogán... te vas a dar en la madre irremediablemente.
Así le pasó a una morra, por pendeja me imagino yo. En fin, que algo le pasó y se madreó toda, se semidescalabró y botaba sangre por la nariz. Mi padre, que siempre nos estaba cuidando desde lejos (ni siquiera nada bien, pero según nos cuidaba) miró eso y comenzó a gritar. Es el reflejo de muchos padres, piensan que son sus hijos automáticamente y entran en pánico. Entró corriendo (literal, tardó años) a la alberca y agarró a la niña en brazos (que casi se ahoga por lo apendejada del golpe) y gritaba "¡Ayuda, ayuda!".
La gente miró a mi papá raro, unos cuantos se apresuraron a ayudarle a sacarlos del agua, otros llevaron hielo para ayudar con las heridas, la niña toda apendejada. Mi papá comenzó a despotricar (después de asegurarse de que estábamos bien, espero) sobre la poca seguridad del lugar, que necesitaban alguien que cuidase, que si luego los accidentes, que así se mueren las personas, que los niños, son toboganes, cómo están solos... etc.
Después de todo el pedo, le dijeron:
"Bueno, aquí está su hija para que se la lleve a la enfermería."
Mi padre se quedó ligeramente callado...
"No. No es mi hija."
Y se fue.
Hey, al menos le salvó la vida. Creo.
PD. Espero que eso no sea genético.
Walk
Hace 7 años
3 comentarios:
Recuerdo una ves, vivamos aun en pachuca, teniamos una membresia en el club rotario. El chiste es que una vez, mi madre pensando que estaba en la alberca, y al no verme salir, huevos! que se avienta con todo y pants (ella venia del aerobics) y que comienza a buscarme "desesperadamnte" Cuando sale de la alberca para gritar mi hijo! donde esta mi hijo?!! que llega el pinche ale, bien campante con una piña colada en la mano a sentarse a una banquita y ver el desmadre que sion saber, habia provocado.
Eso estuvo chido.
DarkAngel
Jaja, una vez le hice eso a un maestro de natación.
Me hundí un rato por puro aburrimiento y entró en pánico hasta que me vió salir:
"Pensé que te habías ahogado."
Pues póngame atención y algo que hacer pendejo...
""No. No es mi hija."
Y se fue. "
Eso me hizo el día.
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