Hace varios días fui a Guanajuato, Gto. Mi mamá llevó a una amiga de ella, que ya tiene años bastantes.
Como es normal, nos metimos en un estacionamiento de varios pisos, y nos estacionamos en el último piso porque tenemos bien pinche mala suerte.
La señora habíase caído un día antes, así que fue un suplicio (del que hizo notar con sus gritos) los dos escalones que bajó antes de que un amable caballero nos indicara que había un elevador.
De regreso, buscamos el elevador de nuevo.
Desgraciadamente, era la hora de salida de primaria y el centro de Guanajuato estaba repletacado (repleto y retacado) de ñiñillos.
Cuando el elevador se abrió, dos niñas salieron corriendo con su jijijí y su jajajá. Dos señoras que estaban esperando el elevador claramente se molestaron y le dijeron a las niñas:
"¿Con que jugando en el elevador, eh? ¡Aquí asustan!" Dijo una de ellas mientras entrábamos, la puerta se cerró justo para ver la cara de ya-no-me-da-tanta-risa de las niñas.
"Ja, niños." Dijo la señora que iba con nosotros, porque -la neta- asustar a los niños con fantasmas es bien oldfashioned.
Entonces la señora que acababa de amenazar a las niñas tomó un semblante más oscuro y perpetró: "No... De verdad, dicen que asusta una niña aquí."
Y se bajaron del elevador.
Se imaginarán las caras de las tres, cuando volvieron a cerrarse las puertas.
o_o O_O O.O
Por eso yo no uso los elevadores, caray...
Walk
Hace 7 años
5 comentarios:
Jajajaja, esas caras son la ley. Que no eras claustrofobica?
Dark Angel
Jajaja las viejitos son la onda... :D
Sí bueno, en realidad es por que soy claustrofóbica...
Pero supongo que la segunda razón sería por los fantasmas.
Ja.
Hmmm... y yo que creí que no los usabas por claustrofóbica...
Ok... despues de mi comentario leí los demás así que...
am...
va me siento estúpido.
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